Mi experiencia en el voluntariado fue realmente grata. Hace relativamente poco que salí de la carrera y a parte de las prácticas curriculares, mi experiencia laboral en el sector de la psicología ha sido muy corta (estuve trabajando para una nvestigación escasos meses y apenas realicé funciones de psicóloga en sí); así que mi estancia en el Renata Preto me ha enriquecido tanto personal como profesionalmente.

He ganado en competencias tanto educativas, de creación de proyectos de intervención, como en terapia. Además, vivir esta práctica inmersiva, conociendo realidades totalmente diferentes y aprendiendo tanto de los niños, de las hermanas, como de los profesionales que estaban supervisándome, me ha hecho cambiar mi mente, mis prioridades y mi forma de vivir la vida.

Realmente recomiendo a los próximos alumnos que se adentren en este tipo de proyectos porque son vivencias que en las que pueden invertir su tiempo a la vez que aportan un granito de arena que, aunque crean que es poco, ellos te lo agradecen muchísimo.