Carles González - 2017

 
Evaluación del voluntariado

En esta ocasión he tenido la oportunidad de volver al Hogar Don Bosco, donde ya estuve el año pasado, y al Hogar Techo Pinardi, donde hice mi primer voluntariado.
Las dos primeras semanas fui de campamento con los chicos del Hogar Don Bosco durante sus vacaciones de invierno y ha sido una experiencia muy positiva ya que pasar las 24 horas del día con ellos me permitió conocerlos en un contexto diferente.

Una vez de vuelta al Hogar, la experiencia no ha sido tan positiva como la anterior. He visto una actitud muy pasiva de los chicos así como mucha falta de disciplina y de respeto en general, cosa que repercutía en el día a día del Hogar. El hecho que por el Hogar pasen gran cantidad de voluntarios y con perfiles diferentes es un factor que también afecta en el día a día. Pienso que el equipo de trabajadores tendría que tomar medidas serias para evitar que la situación empeore.

Por otra parte, tengo que decir que me alegra haber podido retomar el contacto con la mayoría de los chicos que conocí el año pasado y he podido ver cómo están creciendo. Algunos han madurado y cambiado para bien y otros siguen igual que el año pasado. Agradezco muchos de los momentos que he compartido con ellos y la confianza que han depositado en mí cum7cws me han contado parte de sus historias, muy duras y difíciles de pensar en nuestra sociedad. También estoy muy agradecido por la confianza y la relación con el equipo del Hogar. Lo positivo siempre prevalece y guardo y recuerdo momentos muy concretos con mucho cariño.

En cuanto a Techo Pinardi, ha sido un placer volver al que fue “mi Hogar”, esta vez con un perfil de chicos diferente al que conocí hace tres años. Techo ya no acoge a chicos en situación cautelar, sino que vuelve a acoger a chicos de calle (como en sus inicios), lo que me ha hecho conocer un nuevo perfil de chicos. Desde el primer momento me sentí en familia. La experiencia ha sido muy enriquecedora y los chicos muy agradecidos. El trabajo individual con ellos es más difícil debido a su inestabilidad en el Hogar ya que algunos están meses y otros días. A pesar de las formaciones, me ha sorprendido ver de tan cerca cómo algunos de los chicos prefieren estar en la calle por culpa de las drogas en lugar de quedarse en un Hogar en el que se cubren sus necesidades y se les da cariño. También me sorprendió la facilidad con la que cuentan sus experiencias, muy alejadas de cualquier cosa que podamos imaginar. En el poco tiempo que he compartido con los chicos de Techo, he vivido momentos muy buenos e intensos.

Una vez más, y como cada año, rompo con prejuicios. Por ejemplo, cuando llegaron dos chicos nuevos a Techo y tuve que recibirlos yo solo, se me pasaron por la cabeza montones de cosas que podrían ocurrir pero no fue así y esos dos chicos que, en un principio pensé que causarían problemas (por la actitud con la que llegaron), resultaron ser muy agradables, educados y que buscaban la atención del adulto.

Los chicos buscan que se les escuche y se les dé atención aunque también pienso que ayudarlos no es tan fácil ya que algunos ponen resistencia o debido a sus experiencias pasadas deciden no abrirse o lo hacen ya hacia el final del voluntariado.

Es cierto lo que se dice que pequeñas cosas que parecen insignificantes pueden marcar la diferencia. Una vez más, pienso que me he llevado más de lo que he dejado.



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